Por Martín Guédez
(Caracas, 12-11-2005)
La prensa escrita y con mayor intensidad aún la radial y televisiva, van moldeando la opinión pública sobre la técnica del titular impactante o la imagen de primeros planos. Así, el titular o la imagen de impacto, apoyada en comentarios debidamente aderezados van sustituyendo la reflexión y condicionando cuanto pueda ser el nudo de la noticia. Forma parte de una técnica, realmente diabólica y repugnante, utilizada para sembrar la mentira en el subconsciente del público. El titular sustituye el “trabajo” de lectura reflexiva, de análisis sereno. ¡El titular o la imagen lo dice todo! ¡Total..el tiempo es oro! ¡Vaya al grano...no pierda tiempo! ¡No lea, no piense, elija el camino más corto! ¡Aquí lo tiene...servido en bandeja de plata! Cómo en alguna oportunidad fue el eslogan de una agencia publicitaria...”¡Permítanos pensar por usted!” (...)