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LÓPEZ OBRADOR: ¡UNA LECCIÓN PARA APÁTRIDAS!
Publie le Sábado 12 de noviembre de 2005 par Open-Publishing4 comentarios
Por Martín Guédez
(Caracas, 12-11-2005)
La prensa escrita y con mayor intensidad aún la radial y televisiva, van moldeando la opinión pública sobre la técnica del titular impactante o la imagen de primeros planos. Así, el titular o la imagen de impacto, apoyada en comentarios debidamente aderezados van sustituyendo la reflexión y condicionando cuanto pueda ser el nudo de la noticia. Forma parte de una técnica, realmente diabólica y repugnante, utilizada para sembrar la mentira en el subconsciente del público. El titular sustituye el “trabajo” de lectura reflexiva, de análisis sereno. ¡El titular o la imagen lo dice todo! ¡Total..el tiempo es oro! ¡Vaya al grano...no pierda tiempo! ¡No lea, no piense, elija el camino más corto! ¡Aquí lo tiene...servido en bandeja de plata! Cómo en alguna oportunidad fue el eslogan de una agencia publicitaria...”¡Permítanos pensar por usted!”.
Así proceden en concertado maridaje desestabilizador cada mañana de cada día medios escritos y sus repetidores radiales y televisivos. Lo que a la prensa escrita se le pasa, la radial y televisiva lo repasa. ¡Afeitada perfecta a la verdad! ¡No queda ni un solo vestigio de ella!.¡Tóquese...ni un cañoncito! Así, por ejemplo, en la presentación, ¡dólares por delante aprobados y asignados!, del más extraordinario plan de apoyo a las clases medias o las infraestructuras del país, todo quedó reducido a un mal chiste, a una burla triste y vulgar: “El presidente Chávez dijo que usted manejará por debajo del agua”. ¡Listo el pollo!. Lo demás, toda la capacidad que unos payasos tienen para, al mejor estilo de Tito Martínez del Box, convertir en pantomima la estupenda noticia. Una violación masiva del consagrado derecho a la información que tiene el pueblo venezolano según reza en la Constitución Bolivariana. Todo empaquetado, envuelto y presentado para ocultar la noticia.
Esto mismo acaba de ocurrir con unas declaraciones del candidato a la presidencia mexicana, López Obrador. Tengo la impresión de que muchos revolucionarios han caído en la trampa, lo cual demuestra la eficacia del procedimiento utilizado por estos jinetes del Apocalipsis que son los medios de desinformación. No voy a escribir una sola letra en defensa de la pureza revolucionaria del señor López Obrador, a estas alturas no estoy seguro de nada. Lo único que se, por ahora, es que a Washington no le gusta para nada y esa es una razón de peso para tenerle simpatía. Más allá de las palabras están los hechos y López Obrador le es incómodo al imperio. Ahora bien, a lo que vamos. Con repulsa casi generalizada hemos sido sorprendidos por la técnica del titular. López Obrador condenó las expresiones de Chávez sobre su presidente Fox (el subrayado es mío y el centro de esta reflexión). En unas largas declaraciones en las cuales, con dureza se refiere a la triste actitud de Fox en Mar del Plata, le dice a Fox todo cuanto le dijo Chávez y más aún, sin embargo, al final, como mexicano, no acepta que el presidente de los mejicanos, su presidente, sea atacado por nadie. ¡Carajo, que buena lección para nuestros apátridas!. Unos venezolanos que viven buscando en cuanto medio del mundo se diga una tropelía, un insulto, una grosería contra nuestro presidente para salir a reforzar con júbilo orgásmico las ofensas que extranjeros viertan sobre el presidente de todos los venezolanos. Porque eso es Chávez... el líder, el jefe del estado, el hombre que representa a Venezuela. Algo que debe estar por encima de cualquier otra diferencia. Algo que vemos, por ejemplo, en muchos otros pueblos del mundo, pero que entre nosotros, la labor demoledora del sistema educativo y los medios han reducido a cenizas.
López Obrador les da una lección dura, estupenda y de primera a estos venezolanos de corazón mayamero. Sus problemas son de los mejicanos y no aceptan que nadie más, aún compartiendo fondo y forma de la crítica, intervenga. Haberse tragado la trampa del titular demuestra dos cosas: la eficacia de esta estrategia comunicacional y, si se quiere, algo peor para nosotros; lo poco que conocemos el alma del pueblo mexicano. Quizás la actitud de López Obrador choque con la idea del internacionalismo revolucionario, seguramente que sí, pero... señores... así son los manitos, con los suyos, con razón o sin ella. Con los suyos ellos y nadie más. Les digo algo. Cuando veo estos “venezolanos y venezolanas” con banderitas de USA en las manos o hacerse eco de cuanta “preocupación” o amenaza provenga de la casa del Padre en Washington, sin el menor signo de amor por lo nuestro, siento, como venezolano, un pelín de envidia. De la envidia buena, de la que llaman santa envidia. ¡Cuánto nos falta por sembrar amor por lo nuestro!
Mensajes
13 de noviembre de 2005, 03:57
Excelente reflexion Martín G
gracias
14 de noviembre de 2005, 14:10
Excelente artículo Martín. Tampoco dejo de sentir esa "santa envidia" de los mexicanos y de como defienden lo suyo, así estén equivocados o no. De no haber sido así tal cual y como son, ya ni territorio tuvieran.
Te felicito y recibe como siempre mi cálido abrazo,
Marían
17 de noviembre de 2005, 17:18
Yo Siento que el que empezo el conflicto es FOX llamando a Nuestro Presidente Hugo Chavez INTOLERANTE al ALCA. y es que acaso la TOLERANCIA significa ARRODILLARSE Y BESAR al imperialista mentiroso creador de una guerra injustificada en IRAK y que el mismo Donald Rumsfeld Tuvo que admitir hace poco. Acaso Chavez Critico ese comentario y agresion de FOX?? no pues el mas democrata y lo que le Molesto a FOX es que le demostraron con Videos de esa cumbre encubierta y secreta quien dirije a su pueblo. POBRE MEXICO TAN LEJOS DE DIOS Y TAN CERCA DE ESTADOS UNIDOS
2 de enero de 2006, 06:08
querido amigo tienes razon aunque como mexicano me duela pero cierto es que nuestro presidente y demás clase politica estan entregados en cuerpo y alma ( si la tienen) a los intereses de usa y su sistema.
es una lastima que se prepare diariamente todo ese teatro con fines de modificar la conciencia nacional (que tampoco la hay) para ganar adeptos y lograr los propositos imperialistas en cada uno de los mexicanos.