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Seis mitos sobre los beneficios de la inversión extranjera
Publie le Jueves 7 de julio de 2005 par Open-PublishingPor James Petras
Hay varios mitos sobre la inversión extranjera propuestos por los economistas ortodoxos [2], publicistas de las corporaciones multinacionales (MNCs), qué se repite y que se hace circular ampliamente por los periodistas de los medios de comunicación de masas y escritores editoriales:
Mito 1 - la Inversión Extranjera (IE) crea nuevas empresas, ganancias o expansión de los mercados y estimula una nueva investigación y desarrollo de la "capacidad" tecnológica local.
De hecho la mayoría de la IE va dirigida a comprar empresas públicas con beneficios privatizadas y empresas privadas, adquiriendo mercados existentes y vendiendo o alquilando tecnología diseñada y desarrollada en la "oficina de la casa." Desde finales de los años ochenta más de la mitad de la IE en América Latina fue dirigida a la compra de empresas existentes, normalmente por debajo de su valoración en el mercado. En lugar de complementar el capital local público o privado, la IE "empuja fuera" al capital local y a la iniciativa pública y mina los emergentes centros de investigación tecnológica.
Con respecto a la expansión de mercados, el registro es mixto: en algunos sectores donde las empresas públicas estaban escasas de fondos, como el de las telecomunicaciones, los nuevos dueños extranjeros (NDE) pueden haber extendido el número de usuarios y pueden haber expandido el mercado. En otros casos, como el del agua, la electricidad y el transporte, los NDE han reducido el mercado, sobre todo a las clases de bajos ingresos, elevando los pagos más allá de las posibilidades de la mayoría de los consumidores.
La experiencia con la IE y las transferencias tecnológicas es principalmente negativa: más del 80% de la investigación y desarrollo (I+D) se lleva a cabo en la oficina central. La "transferencia de tecnología" es el alquiler o venta de técnicas desarrolladas en otra parte, en lugar del diseño local. Las multinacionales normalmente cobran el exceso subsidiario de los derechos de patente, los costes de dirección, en ganancias artificiales o fraudulentamente más bajas y tasas a los gobiernos locales.
Mito 2. La IE aumenta la competitividad de exportación de la industria, y estimula la economía local por la vía de las compras y ventas secundarias y terciarias.
En realidad la IE acapara lucrativos recursos minerales y los exporta con poco o ningún valor añadido. La mayoría de los minerales se convierten en artículos semi-acabados o acabados - procesados, refinados, fabricados - en los países de la casa o en otra parte, creando trabajos, economías diversificadas y oficios. La privatización de la gigante y lucrativa mina de hierro del Valle del Doce en Brasil en los años noventa ha llevado a ganancias enormes para los nuevos propietarios y la venta de materia prima a ultramar, particularmente a China en el siglo XXI. China convierte la materia prima férrica en acero para el transporte, la maquinaria industrial y una multitud de empresas metalúrgicas generadoras de empleos. En Bolivia, la privatización del gas y de la industria del petróleo a mediados de los noventa ha llevado a millares de millones de ganancias en el siglo XXI y la pérdida de centenares de miles de trabajos en el proceso y conversión del gas y el petróleo en artículos de valor añadido. Además las multinacionales exportan el crudo y el gas fracasando en la provisión de estos los consumidores locales de bajos ingresos. La extracción de materias primas se hace con capital intensivo que emplea pocos trabajadores. La fabricación y procesado emplea más mano de obra intensiva y crea más empleos.
Mito 3.- Los inversores extranjeros proporcionan rentas mediante impuestos para sostener la tesorería local y el fortalecimiento de la moneda para financiar las importaciones.
La realidad es que la IE está implicada en fraudes masivos de impuestos, estafas en la adquisición de empresas públicas, y lavado de dinero a gran escala.
En mayo del 2005, el gobierno venezolano anunció la evasión masiva de impuestos por valor de mil millones de dólares y fraude cometidos por las principales compañías de petróleo extranjeras que firmaron contratos de servicio desde los años noventa. Todo el sector ruso del petróleo y del gas fue robado literalmente por una nueva clase de billonarios ladrones oligarcas, asociada a los inversores extranjeros que seguidamente evadieron impuestos. El procesamiento y condena de dos oligarcas, Platon Lebedev y Mijail Khodorkovsky por la evasión de 29 mil millones de dólares en impuestos facilitada por EE.UU. y por los bancos europeos son ilustrativos.
El impacto de las corporaciones multinacionales en la balanza de pagos, a la larga, es negativo. Por ejemplo, la mayoría de las plantas de ensamblaje en las zonas de exportación, importan todas sus entradas, maquinaria, diseño y tecnología y exportan el producto semi-acabado o acabado. El balance comercial resultante depende del costo de las entradas relativas al valor de las exportaciones. En muchos casos los componentes importados cobrados a la economía local son mayores que el valor añadido en la zona de exportación. En segundo lugar, la mayoría de los ingresos de la plataforma de exportación los acumulan los capitalistas puesto que la clave del éxito son sueldos bajos que llevan a la creación de imperios personales.
La experiencia brasileña durante la última década y media es ilustrativa de negativos equilibrios externos que son el resultado de la IE y la inversión consolidada externa. En el 2004 Brasil pagó a los banqueros extranjeros 46 mil millones de dólares (USD) en intereses, mientras que recibió sólo 16 mil millones de dólares en nuevos préstamos, llevando a un debe neto de 30 mil millones de dólares. [3] entre enero y abril de 2005 Brasil fue sangrado para pagar 4.6 mil millones de dólares (USD) en pagos de intereses, 3.7 mil millones en remesas de beneficios por las multinacionales, 1.7 mil millones por " servicios externos" y 7.3 mil millones de pagos en concepto de deuda. [4] el desembolso total de 17.3 mil millones de dólares excedió de lejos la balanza de pagos positiva de 12.2 mil millones de dólares. [5] en otras palabras, la IE llevó el modelo de exportación seguido a una nueva deuda para pagar el déficit, la pérdida de empleo para pequeños y medianos agricultores a merced de las elites del agro-negocio y de la destrucción del ambiente.
Mito 4 - Mantener los pagos de la deuda es esencial para afianzar una buena reputación financiera en los mercados internacionales y mantener la integridad del sistema financiero. Ambos son cruciales para un sólido desarrollo.
El registro histórico revela que incurrir en la deuda bajo dudosas circunstancias y pagar anteriores préstamos ilegalmente contraídos por gobiernos no representativos pone en peligro la reputación financiera a largo plazo y la integridad del sistema doméstico y conduce a un desplome financiero. La experiencia Argentina entre 1976-2001 es ilustrativa.
Una parte sustancial de la deuda pública externa e interna fue ilegalmente contraída y tuvo una pequeña utilidad al desarrollo. Un pleito lanzado por un economista argentino, Olmos, contra el pago de la deuda externa argentina reveló que las deudas privadas extranjeras de Citibank , del First National Bank de Boston, de Deutsch Bank, de Chase Manhattan Bank y del Banco de América fueron asumidas por el gobierno Argentino. [6] lo mismo es verdad de las deudas subsidiarias de los bancos extranjeros. El pleito de Olmos también documentó cómo la dictadura argentina y los regímenes subsecuentes pidieron prestamos para fortalecer la moneda para facilitar capital volante en dólares. Los préstamos extranjeros fueron directamente al Banco Central, que hizo los dólares disponibles a los ricos que reciclaron los dólares a sus cuentas extranjeras. Entre 1978-1981 más de 38 mil millones de dólares se evadieron del país. La mayoría de los préstamos extranjeros fue usado para financiar las aperturas "económicas”, importaciones de lujo y género improductivo, especialmente equipamiento militar. El caso de Olmos apuntó a una fuente perversa de gran endeudamiento: el régimen argentino pidió préstamos a los tipos de interés más elevados y después depositó los fondos en los mismos bancos prestamistas a los tipos de interés más bajos, dejando unas pérdidas netas de varios miles de millones de dólares, agregados a la deuda externa.
Mito 5.- La mayoría de los países del tercer mundo dependen de la IE para proveerse del capital necesario para el desarrollo puesto que las fuentes financieras locales no están disponibles o son inadecuadas.
Contrariamente a la opinión de la mayoría de los economistas neo-liberales, la gran parte de lo que se llama inversión extranjera son realmente préstamos extranjeros de ahorros nacionales para comprar empresas locales e inversiones financieras. Los inversores extranjeros y las multinacionales se aseguran préstamos extranjeros respaldados por gobiernos locales, o directamente reciben préstamos de los fondos de pensiones locales y de los bancos; utilizando los depósitos locales y las pensiones de los trabajadores y de los jubilados. Recientes informes sobre fondos de pensiones financiados por las multinacionales norteamericanas en México, muestran que Banamex (comprada en el siglo 21) afianzaba un préstamo de 28.9 mil millones de pesos (aproximadamente 2.6 mil millones de dólares), American Movil (Telcel) 13 mil millones de pesos (1.2 mil millones de dólares), Ford Motor (en préstamos a largo plazo) 9.556 mil millones de pesos y mil millones de pesos (para acortar los términos del préstamo), y General Motors (sector financiero) recibió 6.555 millones de pesos. [7] Este modelo de solicitar prestamos externos para hacerse con los mercados locales y los medios productivos, son práctica común y dispersa la noción de que los inversores extranjeros traen "capital fresco" a un país. Igualmente importante es que así se refuta la noción que los países del Tercer Mundo, "necesitan" la IE debido a la escasez de capital. Las invitaciones a que la IE desvíe ahorros del público local y de los inversores privados, empujan fuera a los prestatarios locales y les obliga a buscar prestamistas de dinero "informales" que cobran tipos de interés más elevados. En lugar de complementar a los inversores locales, la IE compite con las economías locales desde una posición privilegiada en el mercado del crédito, produciendo sus mayores recursos (en ultramar) y la influencia política para asegurarse préstamos de las agencias locales de crédito.
Mito 6 - Los defensores de la IE defienden que la entrada de la IE sirve de ancla para atraer más inversión y como "polo de desarrollo".
Nada podría estar más lejos de la verdad. Las experiencias de plantas de ensamblaje de propiedad extranjera en el Caribe, Centroamérica y México hablan de gran inestabilidad e inseguridad con la emergencia de nuevas fuentes de mano de obra más barata en Asia, sobre todo en China y Vietnam. Los inversores extranjeros son más prometedores que los fabricantes locales para relocalizar las nuevas áreas de bajos salarios, creando un "auge y quiebra" de la economía. La práctica de la IE, en México, el Caribe y Centroamérica, enfrentada a la competencia de Asia es relocalizar, no actualizar tecnología y capacidades o subir la calidad de los productos. Finalmente, un estudio a largo plazo del impacto de la IE en el desarrollo en la India no ha encontrado ninguna correlación entre el crecimiento y la IE. [8]
Conclusión
La confianza en la IE es una estrategia arriesgada, costosa y limitada de desarrollo. Los beneficios y costos son irregularmente distribuidos entre el "remitente" y el receptor de la IE. En un marco histórico más grande no es sorprendente que ninguno de los primeros países desarrollados, antes o después, pusieran la IE en su esquema de desarrollo. Ni los EE.UU., Alemania o Japón en los siglos XIX y XX, ni Rusia, China, Corea o Taiwán en el XX dependieron de la IE para adelantar sus instituciones industriales y financieras. Dado las desventajas citadas en el texto, está claro que el método a seguir para los países en vías de desarrollo es minimizar al punto más bajo la IE y aumentar al máximo la propiedad nacional y la inversión de recursos financieros locales, las capacidades y expandir y ahondar mercados locales y extranjeros a través de una economía diversificada.
Porque los costes económicos, sociales y políticos negativos de la IE son evidentes para un creciente número de personas en el Tercer Mundo, particularmente en América Latina, es un importante detonante de los movimientos sociales de masas, e incluso de las luchas revolucionarias, como es el caso de Bolivia durante el 2005. Puesto que la IE es un resultado directo de decisiones políticas adoptadas al más alto nivel de gobierno, las luchas sociales de masas están, tanto o incluso más, dirigidas contra el régimen político responsable de apoyar, promover y consentir la IE. El giro creciente de los movimientos sociales hacia políticas por el poder del estado, se relaciona directamente al reconocimiento creciente de que el poder político y la IE están íntimamente vinculados. En el siglo XXI, por lo menos en América Latina, todos los regímenes electorales que han sido derrocados por mayorías populares, tienen estructuras profundamente vinculadas a la IE: Gutiérrez en Ecuador, Sánchez de Losada y Mesa en Bolivia y Fujimori en Perú.
El líder respaldado por el mayor apoyo en América Latina, el presidente Chávez de Venezuela, precisamente es el único que ha aumentado las normativas y los impuestos a la IE y ha redistribuido las crecientes rentas entre los pobres, la clase obrera y los campesinos. La pregunta todavía está en si esta nueva infusión de energía y conciencia de clase puede ir más allá de derrotar a los regímenes pro IE para construir un estado basado en una amplia alianza de fuerzas de clase, las cuales vayan más allá de la "nacionalización" hacia una economía socialista.
counterpunch
13 de junio de 2005
Traducido para Rebelión por Carlos Sanchís
NOTAS:
[1] Paul Doremus et al, Myth of the Global Corporation, Princeton: Princeton University Press 1998
[2] Paul Doremus et al, Myth of the Global Corporation, Princeton: Princeton University Press 1998
[3] Boletin: Cedada da Divida No 12, May 31, 2005, p2
[4] Ibid p2-3
[5] Ibid p2-3
[6] Cited in Boletin p6
[7] La Jornada June 7, 2005
[8] Tanushree Mazumdar, "Capital Flows into India", Economic and Political Weekly, Vol XL No 21, p2183-2189