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Como ACNUR evadió el cerco del DAS y la policía costarricense y logró sacar al amigo del ’canciller’ de las FARC de Costa Rica (Parte III y final)
Publie le Viernes 15 de abril de 2005 par Open-PublishingPor Dick Emanuelsson*
Dos hermanos asesinados
DE: No solamente la familia de tu esposa sufre persecución sino tu familia también ha sido duramente afectada durante los últimos años. Cuéntanos que pasó después del año 88, cuando te fuiste a Bogotá.
HVT: En el año 1992 me trasladé a Bogotá. Allí empecé a trabajar en farmacias y después mi compañera se trasladó y estaba conmigo. Eso fue hasta el año 97, que salí por recomendación de algunos abogados amigos que trabajaban en derechos humanos.
Trabajaba en farmacias, a veces en algunas IPS, a veces había amigos que me daban contratos como médico supernumerario en el Seguro. Esa ayuda me permitió sobrevivir en Bogotá todos esos años. Hasta que al final los mismos abogados me dijeron que me viniera, que saliera del país, porque ellos tenían conocimiento que todos esos procesos que no habían podido resolverse, la inteligencia militar los había pasado a los paramilitares para que buscaran a la gente y la asesinaran.
Mi familia durante todos esos años a partir del año 1988, ha sido victima de hostigamientos y de seguimientos por parte de los miembros de la policía secreta y del DAS de Colombia.
En el año 2000 un hermano mío -José de la Paz Vanegas- fue asesinado en Barrancabermeja, supuestamente en una extorsión que realizaron a nombre del ELN, digo supuestamente porque eso nunca se comprobó y hoy ese crimen esta en la impunidad.
En el año 2002, el 30 de enero mi hermano José Vanegas Toloza, fue asesinado por paramilitares en Santa Marta en una droguería que él le administraba a una hermana mía. La orden de ese asesinato la dio Jorge Luis Ochoa Ballesteros, que era el que comandaba una banda que se conocía como Los Morrocoyos, que a su vez eran integrantes del grupo paramilitar de Hernán Giraldo.
Familia perseguida
DE: ¿Hernán Giraldo es de la Sierra Nevada, de los paramilitares que tenían una disputa por narcotráfico?
HVT: Con Castaño hubo una disputa seria, Castaño y Mancuso, por el control del narcotráfico en la zona. Esta zona, que va desde Santa Marta hasta Mingueo, en la Guajira, es quizás la única en la Sierra en donde se cultivan las plantas de las que se procesan los narcóticos, con la excepción, claro está, de la zona indígena en donde ellos tienen su cultivo tradicional de coca. Pero en esa zona se cultiva coca y amapola y eso es un negocio controlado por los grupos de Hernán Giraldo.
La información que yo he podido obtener sobre el asesinato de mi hermano, es que la orden la dio el jefe de inteligencia de la primera división del ejército, se la dio a Jorge Luis Ochoa Ballesteros. Este señor esta preso en Bogotá por el asesinato del profesor universitario Roque Morelli, profesor de la Universidad de Magdalena, ese es uno de los tantos asesinatos que ellos cometieron allí.
Los asesinatos de mis hermanos continúan impunes. Mi familia ha sido victima de extorsión, la han extorsionado los paramilitares de Santa Marta; mi hermana, un cuñado y algunos otros hermanos viven prácticamente como desplazados en otras ciudades de Colombia.
DE: Aunque han pasado siete años ¿sigue el hostigamiento?
HVT: Aunque han pasado desde el -88, muchos años; pero desde que yo salí de Colombia, tengo siete años de estar aquí en Costa Rica.
’El fantasma que siempre me persigue’
DE: ¿Y ahora viene la policía colombiana otra vez?
HVT: Cuando yo llegué a Costa Rica le comenté a la Directora General del Departamento de Refugiados de la situación. Y el refugio me lo dieron a los quince días. Te aseguro que a esta señora también la usaron los de la DIS y el Director de Migración, ella no tiene nada que ver en la encerrona en la Dirección. Desde entonces, 1997, he estado aquí legalmente trabajando, normalmente, abiertamente y todo el gremio de anestesiólogos me conoce, mis vecinos, mucha gente me conoce y puede dar fe de quién soy.
Hice la especialidad de 1998 al 2001, inicié mi proceso de incorporación como médico al Colegio de Médicos y Cirujanos de Costa Rica, peleando también porque algunos tienen una posición xenofobia. Otros dicen que es en defensa de sus puestos. Sin embargo, a pesar de la posición xenofobia del Presidente y el Fiscal del Colegio de Médicos, me incorporaron precisamente el 30 de enero del 2002, el año y el día que asesinaron a mi hermano. Después me incorporaron como médico especialista, a los cinco o seis meses, desde entonces estoy trabajando como médico anestesiólogo, en un hospital de la Caja Costarricense del Seguro Social. Y a nivel privado en algunas clínicas y hospitales privados.
He mantenido mi actividad normal, dedicado a mi trabajo y a mi familia, a mi vida común y corriente. Esa tranquilidad ahora ha sido truncada por la policía colombiana, que parece que fuera como el fantasma que siempre me persigue. No sólo en Colombia, sino ahora en Costa Rica. Ellos dicen que no voy a estar seguro en ningún país y eso es una amenaza muy seria. Y bueno, la esperanza es que ojala haya un país donde pueda volver a iniciar la reconstrucción de mi vida, que estos tipos me han destruido realmente. A reconstruir la vida de mi familia, de mi hijo de 15 años y de mi niña de 11.
Otra vez huyendo...
DE: En estos momentos te encuentras escondido con tu familia en un lugar de Costa Rica. ¿Sabes algo de como se va a resolver esta situación, que ayuda has recibido de la ANUR?
HVT: Bueno, no realmente, un procedimiento de reasentamiento según ellos mismos me informan y lo que he conocido de otras personas, es que puede durar de tres a cuatro meses, para resolver. Esperemos que este caso no sea así tan largo, porque definitivamente estar escondido y no poder trabajar normalmente, pues lógicamente de que repercute en mi familia, en mi salud. Tengo un problema de enfermedad de arterias coronarias, tuve un preinfarto, me hicieron una angioplastía y tengo dos stent colocados en dos arterias, en el corazón.
Toda esta situación ha afectado mi salud, sobre todo porque el día veinte de enero yo fui al consultorio del cardiólogo que me atiende y allí llegaron unas personas extrañas, vigilantes. Salí a buscar a un amigo que me había acompañado, junto con mi hijo, y una camioneta negra pasó cerca de donde yo estaba, con cuatro tipos a bordo, de rostro no muy amable, mirándome. Me alejé hacia otra esquina y pasó otro carro, también con cuatro personas, que esta vez me miraron amenazadoramente.
DE: O sea, ¿querían hacer notar su presencia ante ti?
HVT: Querían hacer ostensible su presencia. Esto creo que obedece a todo ese mecanismo de presión. Sin embargo, eso me afectó y he estado con crisis hipertensiva.
DE: ¿Es cierto que también te hicieron llegar un panfleto a tu casa?
HVT: El jueves pasado, 27 de enero, yo recibí una llamada a las 7 y treinta de la noche en mi casa, de parte de los dos miembros estos, el de la DIS y el de la policía colombiana. Ellos me decían que el plazo se había acabado, que no había posibilidad de más tiempo. Yo les dije que estaba muy enfermo y por eso no los había llamado, ni asistido a una entrevista con ellos. Entonces me dijeron que no había más tiempo, para nada.
Pasó el colombiano al teléfono y me dijo que no había más tiempo, que entonces que si decidía alguna cosa, pues que les escribiera a un correo electrónico que ellos me dieron, turismocostarica05@yahoo.com. Como el teléfono de mi casa tiene identificador de llamadas, sabemos que el teléfono del que llamaron es el 256-01-77.
DE: ¿Y eso es de donde?
HVT: Algunos amigos llamaron y parece que es una oficina que permanece las 24 horas del día activa, no se identifican, solamente preguntan con quien desea hablar y si no hay respuesta, entonces cuelgan y luego colocan una contestadora.
Ligar a Granda con el narcotráfico y extraditarlo a USA
Yo me salí ese mismo día de mi casa, porque la situación estaba muy tensa para mi familia. Un amigo fue el día domingo a la casa y ellos encontraron un panfleto.
El panfleto era un montaje de una noticia que había salido en el periódico Al Día que decía: ’Granda ligado a narcos’, y la ligazón la establecen con base en supuestos: se cree, la policía sospecha, supone, pero nada de que ellos tengan una prueba en concreto. Yo pienso que todo esto es una estrategia para ligar a Rodrigo con el narcotráfico y poderlo extraditar a los EEUU, ya que el único delito por el que lo pueden enjuiciar es el de Rebelión.
De eso eran dos páginas y la tercera decía; ’VEA NUESTRA PROXIMA EDICION’, y entonces sacaban una foto mía, cuando yo fui a recibir a Rodrigo, precisamente en el 2001, al aeropuerto. Información que yo mismo les había dado el día del interrogatorio. Esto te mostrará lo sucios que son.
En esa época había un Burger King al lado de la puerta de llegada de vuelos y allí nos sentamos a hablar como los dos viejos amigos que somos, abiertamente, públicamente, y eso lo estaban filmando los de la DIS, y la DIS se la pasa a la Policía colombiana, ¿cómo te parece? Entonces sacan una foto de esa filmación y el titular era ’Granda se queda sin su Salvador’. La amenaza era que yo era Salvador, el guerrillero de la Sierra Nevada y de que en próximas horas se iba a dar mi captura.
Y también implicaban a mi señora, la catalogaban como la guerrillera ’Gina’, resulta que la sigla de mi señora es Yinaf y los únicos que le dicen Yinaf son sus hermanos. Mi señora cumplió el 15 de enero y recibió una llamada de sus hermanos y todos le decían Yinaf, lo que demuestra ellos tenían interceptado el teléfono de mi casa. Entonces ya me la están colocando con un alto, con un gran prontuario terrorista y todas esas cosas.
Los tentáculos de la policía colombiana
Todo esto lo hemos denunciado acá con ACNUR, afortunadamente hemos encontrado una respuesta positiva, han sido extraordinariamente solidarios con mi familia y conmigo, muy humanitarios. En el momento estoy bajo la protección de la oficina del Alto Comisionado de Naciones Unidas para los Refugiados, a la espera de que me den el reasentamiento en un país a donde no lleguen los tentáculos siniestros de la policía colombiana, de sus organismos secretos, de sus militares y muchísimo se sus bandas de paramilitares.
Igualmente, la solidaridad de las organizaciones sociales, sindicales, de derechos humanos, de partidos de izquierda, en Costa Rica ha sido fundamental para que no hayan podido hacernos nada malo.
Responsabilizo de cualquier situación que viva mi familia en Colombia, en cuestiones de persecuciones, atentados, secuestros, etc., a la policía colombiana y al gobierno de Colombia.
Nuevo montaje mediático en Costa Rica
’La policía colombiana montó un reportaje con el periodista Adrián Meza del Noticiero Teletica de Canal 7, en que lo que querían era hacerme aparecer como el sucesor de Rodrigo Granda en la Comisión Internacional y como organizador de grupos sicariales en Costa Rica en el año 1998 -y así librar orden de captura internacional como terrorista.’
’Pero eso se los tumbamos porque fui con un amigo al canal y hablamos con el periodista y los directores del noticiero, Ignacio Santos y Pilar Cisneros, y les demostré que en el 98 en febrero estaba presentando exámenes para la plaza para la especialidad en anestesiología y en marzo ya estaba en el Hospital San Juan de Dios, trabajando de 7 de la mañana a 4 de la tarde y permaneciendo más o menos 15 días de guardia en el hospital, haciendo mis guardias normales más las que me daban los residentes nacionales que me las pagaban y me permitía llevar algo de dinero a la casa, lo que además de la ayuda de los amigos sindicalistas y personas a título personal, me ayudaba a sufragar los gastos de arriendo, alimentación, servicios, transporte.’
’En el reportaje mostraron el video del día que fui a recibir a Rodrigo al aeropuerto, cosa que yo mismo les había dicho, ¿qué tal? Trataron de asustar a la gente tica sobre el peligro del narcotráfico de las FARC y el tráfico de armas, como causa de la violencia que ellos están viviendo ahora...’